En pleno verano llega a nuestras pantallas una película que hará que nos lo pensemos dos veces antes de bañarnos en la playa. Jaume Collet-Serra después de películas tan interesantes como Non-Stop (Sin escalas) o Sin identidad, regresa para hacérselo pasar realmente mal a un espectador que no tarda nada en sumergirse en esas aguas cristalinas acompañado de una espectacular Blake Lively.