lunes, 2 de mayo de 2016

Monos Asesinos en el Cine (1932 - 2011)

¿Y cómo comienza esto?, pues poniendo una fecha y para partir de una base pongamos el año 1932 cuando a raíz de un relato del gran Edgar Alan Poe el director Robert Florey llevó a la gran pantalla un guión escrito por John Huston, Tom Reed, Dale Van Every y Robert Florey.

La obra se tituló Murders in the Rue Morgue (El doble asesinato en la calle Morgue) protagonizada por el gran Bela Lugosi y en ella teníamos constancia del primer simio asesino de la historia del Cine, en donde se ofrece todo un Mad Doctor sobre las investigaciones de la evolución humana donde Erik, un gorila, entra en escena. Un guión fantástico, unas buenas interpretaciones y una puesta en escena gloriosa recreando la marginal y lúgubre Francia del siglo XIX abren las puertas a lo que luego vendría pues el personaje de Erik ha dado para bastante a lo largo de la historia del Cine ya sea de forma directa con simios o primates sanguinarios y homicidas o de forma indirecta dado que se dejaba entrever su fiereza, su fuerza e instintos primarios apareciendo en films como The Sign of the Cross (El signo de la Cruz, 1932) de Cecil B. DeMille donde los monos se encargaban de matar en los sacrificios que se hacían de cristianos en los circos romanos, Tarzan, the Ape Man (Tarzán de los monos, 1932) de W.S. Van Dyke donde los gorilas mataban indiscriminadamente arrojando enormes piedras a todo aquel que se atrevía a escalar el monte Mutia o King Kong (1933) de Merian C. Cooper  y Ernest B. Schoedsack donde un gorila de proporciones desmesuradas  sembraba el pánico.


La Universal, la  Paramount Pictures, la RKO Radio Pictures y la Metro-Goldwyn-Mayer con sus films de los años 30 fueron las primeras productoras en apostar por esa imagen violenta, brutal y sanguinaria de los primates, especie de la cual el hombre desciende y ha heredado algunos de sus instintos más primarios.

Tardaron pero llegaron los Remakes, tuvieron que pasar años pues nadie se atrevía a intentar hacer sombra a las obras maestras anteriormente citadas hasta que en 1954 la Warner Bros. Pictures diese el paso Roy Del Ruth a la cabeza como director con el film  Phantom of the Rue Morgue (El fantasma de la calle Morgue) donde bajo un halo fantástico y de intriga se muestran los crímenes perpetrados por un sádico gorila que actúa como brazo ejecutor a las órdenes de un demente doctor. Fue estrenada en su momento en 3D intentando hacer competencia en este formato a otros estrenos del momento como por ejemplo “ Los crímenes del museo de cera" (1953) de André De Toth.

Luego llegaron otros remakes como King Kong (John Guillermin, 1976), King Kong (Peter Jackson, 2005), o Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes (Greystoke, la leyenda de Tarzán, 1984) de Hugh Hudson. Entre medias surgieron productos de Serie B como El gorila ataca (A*P*E) (1976) o King Kong 2 (1986).

La figura del gorila con títulos como los mencionados parece estar destinada a sembrar el terror y el pánico entre la multitud sin embargo fueron otros los que apostaron por otro tipo de primates de manera que en los 80 surgió un micro boom entorno a la faceta más agresiva y violenta de los simios de manera que llegaron a la gran pantalla títulos de referencia actual, obras de auténtico culto que jugaban con la desfachatez propia de una época de innegable consumismo cinematográfico.

Aparecieron nuevos títulos y en ellos nuevos monos asesinos, la imagen del gorila se vio relegada como a un segundo plano y se ofrecían títulos como Sands of the Kalahari (Las arenas del Kalahari, 1965) escrita y dirigida por Cy Endfield en la que ya se otorgaba el papel de asesino primal otro tipo de homínido, los Mandriles y Babuinos que acechaban e intentaban dar caza a Stuart Whitman, Stanley Baker y Susannah York en pleno Kalahari después de que su avión se estrellase.

Corría el año 1986 y al público se le ofrecían títulos como In the Shadow of Kilimanjaro (En las sombras del Kilimanjaro) de Raju Patel, una coproducción entre Kenia y Reino Unido que jugaba con la coletilla de “Basado en Hechos Reales” para ofrecer al espectador una cruel y descarnada historia supuestamente acontecida en África donde a raíz de una enorme y duradera sequía miles de monos Babuinos se agrupaban atacando indiscriminadamente a la población en busca de alimento.
Impresionante trabajo directivo del director Raju Patel para una obra sin réplica a día de hoy teniendo muy  mucho en cuenta que se presta a ello. Una obra que ofrece una continua lucha por la supervivencia, bien por parte de los Babuinos que solo buscan el sobrevivir a una extrema y dura sequía en la Sabana Africana y bien por parte del humano que se ve sorprendido ante la naturaleza.
97 Minutos adrenalíticos donde se conjugan drama, thriller y horror, donde no faltan gore y violencia, una auténtica obra magna a rescatar, a reseñar y a remarcar, en ella se trabaja con animales reales ofreciendo al espectador una sensación de peligro latente y real de la cual parece imposible huir o resguardarse.
Como dicen que el Orangután es el primate que más se parece al hombre, hasta tiene el mismo número de costillas en 1986 surgió “LINK” un thriller producido por la Cannon, dirigido por Richard Franklin al que acompaña una crispante banda sonora obra de Jerry Goldsmith.
Elisabeth Shue y Terence Stamp protagonizan este film en el que se intenta mostrar un estudio sobre la inteligencia de los primates, conviviendo con ellos, otorgándole labores y responsabilidades al igual que humanos. Todo marcha genial hasta que Link, un orangután, que desempeña el trabajo de mayordomo-amo de llaves comienza a obsesionarse con Elisabeth Shue, comienza a darse cuenta que pese a estar sometido bajo las órdenes de su amo (Stamp) el es el más fuerte de manera que empiezan a aflorar sus instintos primarios y salvajes queriendo tener el poder y hacer las cosas a sus antojo.
Una historia muy bien planteada que ha ganado peso con el paso de los años convirtiéndose a día de hoy en otra joya de culto a redescubrir pues entre líneas deja varias moralejas y proporciona varias cuestiones para que el espectador reflexione: -“¿Es bueno para el ser humano experimentar con la inteligencia de un animal más fuerte?”-.
Pasarían un par de años hasta que en 1988 un icono dentro del Cine de Terror como George A. Romero conocido por su Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes, 1968) tomase cartas en el tema a tratar y llevase a ojos del espectador Monkey Shines (Atracción Diabólica) de la cual también se encargaba de escribir el guión basándose en una novela de Michael Stewart.
Este film recibió en Sitges (1988) el premio de la crítica también siendo premiado Romero como mejor director, su guión y la actriz (Kate McNeil).
A golpe de “Había una vez un hombre cuya prisión era una silla. El hombre tenía un mono, hicieron la pareja más extraña. El mono gobernó el hombre. Y ahora, como lo quiso el destino, uno de ellos está muerto”  arranca esta cinta que mezcla terror, ciencia ficción y thriller tratando una discapacidad.
En ella se ofrecía la historia de una joven promesa tanto en el deporte como en las leyes la cual por mala suerte sufre un terrible accidente que lo deja paralizado. Ante el afán de superación, de sobre ponerse a la situación y no sentirse una carga para nadie el joven decide aceptar la ayuda y cuidados de un mono Capuccino (cual perro lazarillo para un ciego). Sin embargo surge el problema, el conflicto, pues no es mono sino monita la cual se vuelve celosa y posesiva no soportando que nadie interfiera ni se entrometa en la relación que mantiene con su “amo” de manera que haciendo uso de su inteligencia, de su pequeño tamaño y de su gran mala leche no duda en quitar de en medio a toda aquella persona que considera un obstáculo o rival.
Un film llamativo y atrayente aunque también un tanto Bizarro ya que cuesta en determinados momentos tomárselo en serio. Una obra de terror claustrofóbica y de opresión psicológica que mantiene entretenido de principio a fin pese a la mullida trama dramática inicial dado que consigue impactar en el espectador dado que su trama y desarrollo resulta un tanto sobrenatural.
Llegados ya los 90 se intentó satisfacer al espectador con Shakma (1990), una obra dirigida por Tom Logan y Hugh Parks que mezcla terror y gore con algo de Ciencia  Ficción, en esta ocasión el primate sanguinario es un Mandril que ha sido víctima de experimentos y distintas drogas experimentales. Este Mandril resulta que se escapa en un Hospital Universitario y siembra el caos, el terror, el pánico, la lía padre matando indiscriminadamente a diestro y siniestro. Han experimentado con el, pues ahora que se preparen para su venganza.
Una película entretenida sin más que se deja ver de forma agradable pues no es pretenciosa y se limita a brindar al espectador  simplemente lo que espera y anhela en este tipo de productos, un mono muy cabreado y con muy malas pulgas convertido en asesino al más puro estilo Michael Myers (Halloween, 1978).
Con la frase “El primate más agresivo del mundo se enfadó” presentaban el producto en distintas nacionalidades como Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Brasil o Italia, sin embargo esta cinta de 1 hr 40 min (100 min) nunca vería la luz en España.
Ya en la nueva era de los productos comerciales en 1995 llegó Congo, film dirigido por Frank Marshall basado en una novela de Michael Crichton el cual no cuajó entre el público ni entre la crítica estando nominada ese mismo año a 7 Premios Razzie participando como peor película, peor director y peor guión entre otros…
La cinta no es una mala película sin embargo el revoltijo argumental que propone no está ni bien desarrollado ni bien definido, acción, thriller, terror, aventuras, ciencia ficción, drama y romance en medio de África en busca de unos diamantes y con una gorila enamorada que habla con los humanos a través de un cacharro experimental. Mucho naturismo, mucho buen corazón en el guión y poca cabeza a la hora de ofrecer una especie de El Doctor Hekill y Mister Hyde con gorilas en medio del Congo.
La cinta va de más a menos, pues si bien en un principio resulta atractiva gracias a una especie de gorila blanco asesino pronto va cayendo en picado gracias al énfasis impuesto entre la relación gorila hembra buenecita y cuidador. Aun así la cinta no pierde calidad con el paso de los años, aporta una solvente banda sonora de Jerry Goldsmith.
Toda una Aventura fantástica surrealista de 1 hr 49 min (109 min) que costó 50M$ y apenas recaudó 75 M$ a nivel mundial, una obra la cual pese a estar muy machacada por la crítica y el público merece un visionado de vez en cuando. Una pena la falta de acierto a la hora de enfocar la trama, le falta mala leche y violencia, es como muy Disney.
Pasarían ya unos cuantos años después del fiasco comercial de Congo (1997) hasta que alguien se atreviese a probar suerte otra vez con esto de los monos asesinos, de manera que tuvieron que pasar 10 años y no fue hasta 2007 que se urdió una Serie B titulada El Eslabón Sangriento (BloodMonkey) dirigida por Robert Young (Criaturas Feroces, 1997) la cual aun siendo editada directamente para su distribución en Dvd y Tv por cable no llegaría a España hasta 2011.
Una película mala a rabiar, quizás la peor sobre monos asesinos que se ha filmado jamás y por cierto son digitales-computerizados. Mal guión, malas interpretaciones, una historia trillada-machacada, malos efectos especiales, vamos, que esta aventura selvática se lleva la palma a peor película, no da ni para una triste sobremesa.
1 hr 30 min (90 min) soporíferos para esta producción Made in Thailandia con Fx a cargo de la compañía Art House la cual no ha vuelto a hacer nada más.


Este artículo es de MI propiedad pese a que se me pidiese para un FanZine el cual por mi parte no merece ni ser nombrado.

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